Memorias de un partido inolvidable | A 50 años del San Telmo - Quilmes de 1975 en una Isla Maciel repleta.
San Telmo - Quilmes del ´75, el recuerdo de un partido que se transmite de generación en generación. No porque haya sido definitorio, porque recién iban doce fechas del campeonato de la vieja Primera "B" de 1975 pero ya ambos equipos avisaban en el terreno de juego que iban a dar pelea para ascender a Primera División. Pero además por un montón de situaciones acontecidas en la semana donde la temperatura fue aumentando minuto a minuto por una vieja disputa entre las hinchadas y porque los popes quilmeños habían movido influencias para sacar al Candombero de Las Heras y Vieytes. No pudieron. Toda la dirigencia Telmista se plantó y se juramentó jugar ese partido en la Isla. Estuvieron hasta bien entrada la noche del viernes 2 de mayo colocando tablones y bulones y finalmente el partido se jugó, con suma tensión de los dos lados, con un árbitro de Primera que bajó un escalón para dirigir ese partido: Goicoechea y con un lleno absoluto de todas las gradas de la cancha de Telmo, en tiempos donde aún todas sus tribunas de madera estaban completas.
Tal era la adrenalina que el querido y recordado Titín Nieva fue el encargado de poner el cartelito "no hay más localidades" porque los boleteros no paraban de vender entradas y había algún temor de que la capacidad se excediera y se rompieran los tablones. Nunca más hubo tanta gente en la cancha de San Telmo, probablemente más de diez mil personas. Por ello, también, este encuentro ha quedado grabado a fuego en el historial del Club Atlético San Telmo.
En la cancha, Coronel y el Indio Gómez eran los estrategas de cada equipo, dos sólidos conjuntos, trabajados y con pretensiones. Telmo salió sin dos de sus figuras, Lichene (lesionado) y el Indio Ramírez (suspendido) pero se las arregló para estar a la altura. En desventaja, erró un penal, pero tuvo otro casi sobre la hora que le dio el empate para que todos salieran conformes y seguir metido en la conversación. La revancha jugada en la vieja cancha quilmeña (Guido y Sarmiento), también terminó en empate (2-2). Quilmes fue el campeón y ascendió directo. Telmo ganó el reducido y lo acompañó disputando, hasta aquí, su único torneo en el fútbol grande durante 1976.

La foto del Candombero aquella tarde, con una camiseta que utilizó varios partidos en la campaña de 1975. Parados: Orlando Peregrino Ruiz, Raúl Omar Saraví, Mario Rubén Sarmiento, Jorge Eduardo Rilo y Roberto José Minutti. Agachados: Eduardo Ovidio Duarte, Carlos Francisco Camejo, Enrique Alberto Pisapia, Pedro Alberto Coronel y Antonio Del Ducca.
Recordamos, con respecto a este duelo entre Candomberos y Cerveceros, testimonios de hinchas históricos que vivieron intensamente aquel partido, tales los casos del recordado Titín Nieva, Horacio Vañasco, Alejandro "Piero" Castro, Franco Aprea y Carlos Ardiles. Para que las futuras generaciones se empapen un poco del fútbol de aquellos tiempos, de un torneo inolvidable porque tanto Quilmes como Telmo ascendieron ese año a Primera División:
Duodécimo capítulo de "San Telmo, el camino a Primera División": San Telmo y Quilmes, Isla Maciel, sábado 3 de mayo de 1975. Un partido de fútbol muy especial, lleno de condimentos externos que rodearon a este compromiso transformándolo en uno de muy alto voltaje emotivo.
Quilmes, acostumbrado a jugar en la "A", pero con cinco años en la "B" y todas las presiones a cuestas, llegaba a la Isla con un empujón tremendo de seis victorias en fila y como único invicto del campeonato, con cuatro unidades de ventaja por encima de San Telmo, su escolta.
Al Candombero se le presentaba la oportunidad ideal de reducir distancias y plantarse ante el "Cervecero" como oponente serio en pos de arrebatarle el primer lugar en este apasionante campeonato.
El conjunto que alistó Janín para este choque presentó una notable ausencia: la de su goleador Daniel Lichene (llevaba siete conquistas), por acumulación de cartones amarillos. Pero además Enrique Ramírez cumplía la tercera de las cuatro fechas que el tribunal de disciplina le había dado por haberse "boxeado" con Julio Crespo, en el partido ante Lanús. Por lo tanto dos de los delanteros titulares no estuvieron en este importantísimo encuentro y ante la conocida escasés de jugadores el planteo inexorablemente debió variar.
Quilmes vino con lo mejor, pero con los lógicos recaudos al deber enfrentar a su escolta. Fue el conjunto que pisó más fuerte en varios tramos del encuentro, con la manija del "Indio" Gómez y la experiencia de muchísimos de sus integrantes (Fucceneco, por ejemplo, había ganado la Libertadores e Intercontinental con Estudiantes de La Plata).
Antes de los 20´, una habilitación de Héctor Daniel "Tanque" López le permitió a Osvaldo "Palín" González, tras superar las marcas de Minutti y Saraví, definir con un derechazo desde la medialuna ante la salida de Wenner y decretar el 1-0 para los quilmeños.
A San Telmo le costaba atacar, tuvo la pelota la mayor cantidad de tiempo, pero sin arrimar peligro concreto, a excepción de los balones detenidos (Coronel - Pisapia) que fueron bien conjurados por Hugo Tocalli.
Janín mandó a la cancha a Garaffa en lugar de Del Ducca para sumar más gente en ataque, sin embargo el equipo de Antonio D´Accorso, jugando decididamente de contra, pudo haber definido el partido, pero desperdició varias chances netas y lo pagaría muy caro.
El área de Quilmes se llenó de camisetas azules (Telmo jugó con una casaca de ese color) y en los últimos 25´ de juego, el árbitro Roberto Goicoechea (que era de Primera División, pero debido a la magnitud de este partido fue designado por AFA) le concedió dos penales al Candombero.
En el primero, Gaño derribó a Pisapia, en acción discutidísima por los visitantes. El propio "Quico" Pisapia ejecutó, muy débil, Tocalli adivinó y hasta le sobró "paño" para ahogarle el grito y subir el termómetro de dramatismo en las gradas azules y celestes. Pisapia ya había errado uno ante Lanús sobre la hora...
A tres minutos del epílogo, mano de Cottón, otro penal para Telmo y esta vez Jorge Rilo tomó la responsabilidad y no falló. Puso la pelota sobre el palo opuesto al que eligió Tocalli y gol de San Telmo. Griterío, euforia, alivio...
En el primero, Gaño derribó a Pisapia, en acción discutidísima por los visitantes. El propio "Quico" Pisapia ejecutó, muy débil, Tocalli adivinó y hasta le sobró "paño" para ahogarle el grito y subir el termómetro de dramatismo en las gradas azules y celestes. Pisapia ya había errado uno ante Lanús sobre la hora...
A tres minutos del epílogo, mano de Cottón, otro penal para Telmo y esta vez Jorge Rilo tomó la responsabilidad y no falló. Puso la pelota sobre el palo opuesto al que eligió Tocalli y gol de San Telmo. Griterío, euforia, alivio...
Fue un punto para cada uno y todo seguía igual. Quilmes, que se venía "comiendo los chicos crudos" no pudo en la Isla. Telmo, un equipo ya trabajado y que basaba su filosofía a partir del orden defensivo y su fortaleza en la Isla -seguía invicto en casa-, tomó este punto como positivo teniendo en cuentas las bajas que había presentado. Los cuatro puntos de ventaja seguían inalterables y de esta manera el campeonato ya empezaba a marcar tendencias: quien se iría a "cortar" en el puesto de privilegio, y quienes lucharían hasta el final para ir por la otra medalla...
Aquí, el material que tenemos disponible de aquel emotivo San Telmo 1 - Quilmes 1 en Las Heras y Vieytes.
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